lunes, 7 de junio de 2021

Reseña de la novela "Como agua para chocolate"

 “Como agua para chocolate”

La novela “Como agua para chocolate” contiene un conjunto de siete capítulos en los se relata la historia de una mujer llamada Tita quien tiene una pasión inmensa y una destreza indiscutible hacia el ámbito culinario mexicano, gracias a las enseñanzas que por años Nacha; la cocinera del rancho donde se desenvuelve la trama, le inculca a la protagonista.

Aparentemente es un libro un poco atractivo al publico juvenil debido a que su título no es muy llamativo; sin embargo, conforme se le va dando lectura hace que el lector no pueda desprenderse de ella. Un aspecto de originalidad de este libro es el nombre de los capítulos y el comienzo de estos, pues representan una receta culinaria y el mes en que están transcurriendo los hechos.

En el primer capitulo “Tortas de Navidad”, se narra cómo fue el nacimiento de Tita y sus primeros años, claramente se puede observar que su crianza no fue por su madre “Mamá Nela” sino por Nacha, quien la alimento y la cuido, mientras la madre biológica superaba la enorme depresión que sentía por la pérdida de su marido. Por esta razón, se creó un lazo inquebrantable entre estas dos, pareciese que la verdadera madre de Tita era Nacha.

Mamá Nela tenia dos hijas más: Rosaura y Gertrudis, siendo la menor entre ellas Tita, a pesar de que no estaban muy separadas por edad, eran muy diferentes entre sí, ya que, su forma de ser era muy distinta, sobre todo la de Rosaura y Tita, lo cual provocó una rivalidad entre estas desde muy pequeñas que fue creciendo con el paso de los años.

Tita con el paso del tiempo cada día se sentía más desdichada, puesto que, creía que su madre no la quería y que su nica compañera era Nacha, hasta que conoció al joven Pedro Muzquiz, un joven que conoció tiempo atrás y de quien se enamoró profundamente de él a su corta edad de 15 años. El amor era mutuo, tanto así que el joven acompañado de su padre, fue a pedir la mano de Tita, tristemente le dieron la mano, pero de la hermana de su amada, Rosaura y todo por una tonta costumbre que se tenia en aquellos años; las hijas menores no se podían casar porque debían cuidar de su madre en su vejez.

Esto provocó en Tita una profunda tristeza y amargura, pues no podía creer que su madre no accediera a que se casara ella, pero su hermana si podía hacerlo y con el hombre que ella amaba. Esta es una de las partes más triste de la novela y que causan un enorme conflicto dejando ciertas cuestiones la mente: ¿Cómo es posible que una madre permita tanto daño a su hija? ¿Por qué Pedro accedió casarse con Rosaura, sí a la que realmente quiere es a Tita?... 

Preguntas que no se pueden contestar con la lógica actual, pues en tiempos pasados las costumbres cobraban un gran peso en la sociedad, mientras que el matrimonio y la procreación de hijos, más que un asunto amoroso, era una demostración de hombría y de herencia.

Tita además de tener que asistir a la boda, le tocó preparar todos los alimentos junto con Nacha, aun cuando sentía un profundo dolor en el pecho, no hizo ninguna demostración al publico por no hacer sentir mal a su hermana y más que nada por ordenes de su madre. Ya nada fue lo mismo después de ese día, cada día la depresión y la soledad la invadía cada vez más, pues aparte de eso tenía que lidiar con el duelo del fallecimiento de su única compañera Nacha.

No obstante, este no fue un motivo para que Tita se rindiera, con el fallecimiento de Nacha la nombraron la cocinera oficial del rancho donde podía desempeñar su pasión por la cocina y ver casualmente a Pedro y en ocasiones dirigirse algunas palabras entre sí. La huida tan insólita y liberal de Gertrudis con un fuerte y apuesto villista, provocó una inspiración en Tita quien hizo de la comida un lenguaje de amor con su amado.

Para el mes de abril, Rosaura estaba a días de aliviarse y quien tuvo que efectuar la labor de parto fue Tita quien lo hizo excepcionalmente, aun cuando sus conocimientos del tema eran escasos. Lo más especial es que Tita amaba al bebé de su hermana como su propio hijo, tanto así que en sus primeros días de vida ella se encargó de alimentarlo porque Rosaura estaba demasiado débil por el parto que había tenido; no obstante, con la partida de su cuñado y su hermana de la casa ella su soledad estaba en aumento y cuando supo de la pérdida del bebé, se desvaneció poco a poco su pasión por la comida, pero fue un motivo para llenarse de valentía y revelarse contra su madre.

Al momento de hacer eso, fue inevitablemente que Mamá Nela no la reprendiera, castigándola en un cuartucho obscuro, Tita a partir de ahí sintió más dolor en su alma tanto que no pudo hablar ni salir de ese lugar al día siguiente, suficiente razón para que pensaran que estaba loca Chencha (la servidumbre del hogar) y la mandaran a un manicomio de por vida con el doctor John a E.U. No obstante, fue todo lo contrario pues el manicomio se convirtió en el hogar del doctor quien con mucho esfuerzo y amor logró que Tita regresará sus fuerzas y pusiera sus ojos en él para que se convirtiera en su marido dejando atrás su vida pasada. Pero, días después la vida dio un giro de 180º y Tita tuvo que regresar al rancho a cuidar a Mamá Nela, ya que, por circunstancias lamentables se había quedado en estado inmóvil, no pasó mucho tiempo para que esta falleciera y se descubriera la verdad detrás de su amargura, lo cual provocó la compasión en Tita hacia su madre difunta.

Días después el doctor John Brown viajó a E.U., para traer a Piedras Negras a su única tía que le quedaba viva y quien quería que presenciara su boda con Tita, sin saber que al regresar estaría en peligro su apreciable boda, ya que su amada estaba confundida porque de nueva cuenta su primer amor había tocado su puerta y esta vez ni su madre o su hermana Rosaura podían impedírselo, pues también murió.

Tuvieron que pasar 22 años para que la hoguera de ese gran amor entre Pedro y Tita se encendiera y quemara todos los malos recuerdos del rancho.

Recordó en ese instante las palabras que algún día John le había dicho: Si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos los cerillos que llevamos en nuestro interior de un solo golpe, se produce un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente, y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso y que muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte. (Esquivel, 1989, págs. 117, 118)

Tita logró regresar a la vida después del encuentro con la luz del túnel, pero se arrepintió al ver que Pedro había decidido ir hacia esa luz, así que, sin pensarlo dos veces consumió grandes proporciones de fósforo para suicidarse y rencontrarse con su verdadero amor en otro mundo, lejos de todo y de todos.

En general, es una novela que combina lo tradicional de México en sus exquisitos platillos formando un recetario y relatando de forma casual la situación revolucionaria del país, pero sin quitar el protagonismo a esta romántica historia de amor prohibida. 

 

Trabajos citados

Esquivel, L. (1989). Como agua para chocolate. Ciudad de México: DE BOLSILLO.

INBA. (5 de noviembre de 2019). Enciclopedia de la literatura en México. Obtenido de http://www.elem.mx/autor/datos/1538

 

 

 

 

 

2 comentarios:

  1. Me gusto mucho los suceso que se muestran tras pasar los meses, los platillos y el sabor de las comidas se relacionan con las estaciones del tiempo♡

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  2. Que buena reseña escribiste, con tus palabras me dieron ganas de darle lectura a ese libro de inmediato, felicidades

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