Reseña del libro “El valor de educar”
“El valor de
educar” es un libro publicado en 1997 del autor Fernando Savater, quien además
es catedrático de filosofía en una de las universidades más prestigiosas de
España y ha contribuido favorablemente en el ámbito educativo con su gran gama
de libros.
Este libro
contiene seis capítulos: 1) El aprendizaje humano; 2) Los contenidos de la
enseñanza; 3) El eclipse de la familia; 4) La disciplina de la libertad; ¿Hacia
una humanidad sin humanidades?; y, 6) Educar es universalizar. En donde desde
una perspectiva filosófica se expresa la importancia del profesor dentro de la
educación, la influencia de la sociedad y la cultura, así mismo, se describe el
papel de la familia en el aprendizaje de sus hijos; sobre todo, se menciona la
relevancia de tomar en cuenta el ámbito humanístico en el proceso educativo.
En primera
instancia, se describe al humano como un ser espontaneo, único e imperfecto,
con virtudes y defectos que busca cada día ser mejor. Ahí es donde entra el
papel de la educación; mediante la relación con otros individuos, las personas
obtienen un nuevo aprendizaje que los hace cada día ser mal cultos. Como punto
de partida se sitúa la educación que se recibe en el hogar, así como, lo resalta
Fernando Savater (1997, pág. 29) “La autoridad en la familia debería servir
para ayudar a crecer a los miembros más jóvenes, configurando del modo más
afectuoso posible…”.
Por otro lado, la
escuela se encuentra como una institución en la cual asisten alumnos para
recibir una educación con un “mayor grado de dificultad”, cuando la realidad es
que también es un espacio donde los alumnos socializan unos con otros y debe “…formar
no sólo el núcleo básico del desarrollo cognitivo, sino también el núcleo
básico de la personalidad”
Ambos deben
encargarse de ayudar a los niños y a adolescentes a desarrollar habilidades y
capacidades que le permitan generar aprendizajes para desenvolverse en
distintos ámbitos de la vida cotidiana.
“La capacidad de aprender… actividad permanente del alumno... De modo que, como ya tantas veces se ha dicho, lo
importante es enseñar a aprender”
En la educación
actual, el humanismo es un aspecto que no puede pasarse por desapercibido,
puesto que, es un factor que mantiene una relación inquebrantable con la
pedagogía, área indispensable para satisfacer las necesidades educativas, ya
que, permite desarrollar ciertas facultades como: “la capacidad crítica de
análisis, la curiosidad que no respeta dogmas ni ocultamientos, el sentido de
razonamiento lógico, la sensibilidad para apreciar las más altas realizaciones
del espíritu humano, la visión de conjunto ante el panorama del saber, etc.”
Lamentablemente, en
muchas ocasiones la escuela, los profesores y el sistema educativo en sí, no le
da mucha importancia el que los alumnos son individuos que sienten, piensan,
idealizan y tienen problemas como cualquier otra persona y esto es un gran error
porque en lugar de acercar al educando al maravilloso arte del aprendizaje este
se aleja observando a la educación como una obligación y una tarea tediosa a
resolver. En contraparte, se ha visto como profesores, directores,
subdirectores y otros, consideran que la actitud y falta de compromiso por
parte de los alumnos y padres de familia han provocado esta carencia educativa
que hoy en día abunda.
Entonces, surge la
pregunta: ¿Quién tiene la razón? En este caso, todos y nadie tiene la razón;
debido a que, ambas posturas tienen su parte verídica, pero también existe una
parte falsa. A todos los personajes del sistema educativo les hace falta asumir
su responsabilidad y enfrentarse a ella, para esto primero deben comprender que
“Nacemos humanos, pero eso no basta: tenemos también que llegar a Serlo…”
Por último, uno de los capítulos hace mención de la universalización educativa, donde se habla que aquellos con una mejor situación económica tienen mayores oportunidades educativas, lo cual, quizá es verdad. Aun así, esta sigue siendo para todos una obligación y un derecho universal estipulado en varios documentos nacionales e internacionales, por este motivo no debe existir la discriminación racial, sexual o de cualquier otro tipo dentro de la educación.
Trabajos citados
Savater, F. (1997). El valor de educar .
Barcelona, España: Ariel, S. A.
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